domingo, 22 de marzo de 2020

La escultura medieval hispalense

Los orígenes de la escultura medieval sevillana se remontan a la segunda mitad del siglo XV y están vinculados al imaginero francés que castellanizó su nombre como Lorenzo Mercadante de Bretaña.
Su actividad en Sevilla está documentada entre 1454 y 1468 donde triunfó con el cambio estilístico que suponía introducir los gustos borgoñones. Esto se traduce en la realización de obras en las que a veces predomina el espiritualismo nórdico y en otras ocasiones el naturalismo y minuciosidad de la pintura flamenca. Trabajó el alabastro y el barro, material en el que realizó sus obras más populares: las portadas del Nacimiento y el Bautismo de la Catedral hispalense. Su influjo en la escultura sevillana del gótico final fue notable, siendo su principal seguidor Pedro Millán.

Virgen con el niño (S.XV, Lorenzo Mercadante de Bretaña)

Pedro Millán es el primer imaginero local cuya actividad está documentada, concretamente entre 1487 y 1506. Acostumbraba a firmar todas sus obras que fueron en su mayoría de barro cocido. Uno de sus mejores trabajos es el grupo del "Entierro de Cristo", el más antiguo de los conservados en España. En él se mezclan las influencias de franceses e italianos que fueron los pioneros en este tema iconográfico que triunfa en Europa a mediados del siglo XV. Sobre la peana del frente del sarcófago entre los símbolos pasionarios y flores de cardo, aparece su firma en letra gótico "P MILLA IMA"(Pedro Millán imaginero).

Llanto sobre Cristo muerto (1490, Pedro Millán)

Cristo Varón de Dolores (1485, Pedro Millán)

Cristo atado a la columna (2ª mitad del XV, Pedro Millán)


Fuente: Museo de Bellas Artes de Sevilla.

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